
¡Hola! - digo entusiasmado al ver a Teddy, pero ella baja la cabeza y se va corriendo.
Me quedo sentado, un rato, sin saber que pasa.
Decido ir a su casa y preguntárselo. Trepo hasta llegar a su habitación. La veo llorar y noto como si una parte de mí supiera lo que pasa y la otra no.
De pronto se gira...