lunes, 30 de abril de 2012

Capítulo 2: Sin distracciones, ya no hay vuelta atrás.

¡Hola! - digo entusiasmado al ver a Teddy, pero ella baja la cabeza y se va corriendo.
Me quedo sentado, un rato, sin saber que pasa.
Decido ir a su casa y preguntárselo. Trepo hasta llegar a su habitación. La veo llorar y noto como si una parte de mí supiera lo que pasa y la otra no.
De pronto se gira y me ve. Se seca las lágrimas y cuidadosamente abre la ventana.
- ¿Que quieres? - me pregunta.
- Bueno...quiero saber... ¿que te pasa? - Le digo y noto que baja la cabeza.
- No puedo Cato, no puedo - Me dice, pero yo no entiendo nada.
- ¿No puedes él que? - respondo.
-  Ya somos mayores Cato - me dice - dentro de nada empezaras los entrenamientos, no puedo seguir distrayéndote, tienes que centrarte en seguir luchando.
Hago el gesto de ir ha abrazarla pero ella cierra la ventana y se mete en su habitación.
Yo me voy, hago que no ha pasado nada.
Pero mi furia se desata de repente, en mi habitación, lloro.
Sube mi padre y me pregunta que hago, me oye llorar.
"Un profesional nunca llora! - me dice y me da una torta.
Caigo al suelo y oigo él como mi padre abandona mi habitación.
Pienso rápido y actúo. Cojo una mochila, con provisiones y me escapo.
Voy a casa de Teddy, entro  en su habitación le pido quedarme allí un día por lo menos, ella acede. Más tarde cuando estamos en metidos en la diminuta cama de Teddy le cuento lo ocurrido:
- Es por mi padre Teddy, lo ha vuelto ha hacer - digo llorando.
- No te preocupes Cato dentro de poco se acabará - me consuela.
Se que no, que nada va ha hacer cambiar a mi padre. Nos quedamos solos en su casa, sus padres no están así que ella puede hacer lo que quiera. Cierro los ojos y me quedo dormido, abrazándola.
De repente oigo una voz:
- Despierta Cato, ¡Los entrenamientos! - reconozco la voz de Teddy y abro los ojos.
Rápidamente me levanto, me pongo mi ropa deportiva favorita, la beso y le digo: "Puede que seas mi distracción, pero eres la distracción más bonita que conozco", la beso y me voy corriendo.
Ella me sonríe mientras su delicada mano me dice: "Hasta pronto, Cato".



domingo, 29 de abril de 2012

Canción ;)

Bueno tributos aquí os dejo una canción que bueno a mí me encanta:

Espero que os guste tanto como a mí ;)
Sí muero, quiero morir siendo yo mismo...quiero hacerles pensar que no les pertenezco...

sábado, 28 de abril de 2012

Queridos tributos...

Este lunes subiremos el segundo capitulo.

Un adelanto del segundo capitulo es:
Han pasado dos años desde la ultima vez que oímos hablar de Cato. Sus pensamientos no han cambiado pero los de Teddy sí.
¿Cómo se tomará Cato la inesperada reacción de Teddy?
Ha falta de un día para que comience a entrenar, las cosas se complican...


De momento os dejo con un pequeño parrafo que me ha llamado mucho la atención:

Un tributo no te desea suerte, desea que la suerte esté siempre de tu parte.


Un tributo no te aconseja sobre tu vida, te aconseja que sigas vivo


Un tributo no sacude el brazo al despedirse, se besa tres dedos y te señala.


Un tributo no te dice "sírvete", te dice "coge otro muslo".


Un tributo no te dice "querid@", te dice "precios@".


Un tributo no se impresiona, acaba de ver a Finnick Odair en ropa interior.


Un tributo no se queda mudo, se queda avox.


Un tributo no es antipático, tiene tanto encanto como una babosa muerta.


Un tributo no te pregunta, te dice algo real o no real.


Un tributo no está ansioso por la película, TODOS LOS TRIBUTOS LO ESTAMOS!

viernes, 27 de abril de 2012

Capítulo 1: Nuestra pequeña historia de amor

Iba corriendo. Otra vez que llegaba tarde. Seguro que Teddy esta furiosa conmigo. Si no me hubiese quedado dormido...


Cuando llego a la alambrada ni siquiera me molesto en mirar si está electrificada, sé que nunca lo está. Nunca la conectan aunque se supone que siempre lo está. En caso de que nos atacasen tampoco pasaria nada, aunque la alambrada no estuviese conectada. Nuestro distrito es fuerte. En él se forman los agentes de la paz. Una vez terminan la instrucción los envian directamente al Capitolio, donde recibiran ordenes del mismísimo Presidente Snow.


Sumido en estos pensamientos llego al claro del bosque donde hemos quedado. Oigo un ruido a mi espalda.


- ¿¿¿Teddy??? - digo mientras doy una vuelta completa sobre mí mismo.


Cuando vuelvo a mi posición original, veo una figura delante de mí.


- Buuh - dice
- Teddy... Siento llegar tarde es que... - digo buscando una escusa.
- Déjalo, Cato. Los dos sabemos que se te pegaron las sábanas. No te preocupes - dice con su habitual sonrisa.


Teddy tiene mi edad, 10 años, pero es muy distinta a mí. Tiene el pelo castaño y ondulado, sus ojos son preciosos, son de un azul tan parecido al del mar que podrias sumergirte en ellos si la miras fijamente.


Nos vamos del claro y nos dirigimos a una pequeña cala que hay entre los árboles. Aunque nuestro distrito esta al lado del mar, nuestra cala no se encuentra en la playa. Está en un manantial. Es especial para nosotros porque nadie más la conoce.

Empezamos a hablar de temas triviales, como el colegio, hasta que poco a poco, llegamos a un tema espinoso: la Cosecha y los entrenamientos de los profesionales. Aunque nos quedan dos años para ambas cosas, yo deseaba tanto ser un joven guerrero, que esos 2 años se me iban ha hacer eternos.


- Cuándo sea mayor y este entrenado, ganaré los juegos del Hambre por ti - incito - Y cuando regrese a casa, viviremos en la aldea de los vencedores, los avox nos serván, seremos felices, Teddy, felices.


- Yo no estoy tan seguro de que quiera vivir esa vida – dice Teddy- no quiero tener que trabajar para el Capitolio y si ganas los juegos del hambre te convertas en un agente de la paz Cato y yo no quiero eso.


- No te preocupes, - le digo- todo será como ahora solo que seremos más felices todavía - la abrazo y la beso para tranquilizarla.
Pero no sabía lo lejos que estaba de la realidad. De lo que me esperaba dentro de 7 años.