Buenas tributos, ¿Que tal estáis? ¿Preparados para volver a revivir los Juegos del Hambre? Bueno aquí os dejo el Capítulo 15, espero que lo disfrutéis, ¡Besos!
Me levanto temprano, con los primeros rayos de Sol. Desde
pequeño me habían acostumbrado a dormir poco, pero nunca había dormido tan
poco, aunque no estoy cansado. Me pongo de pie y veo una figura me froto los
ojos y veo a Teddy, "no puede ser" pienso. Me froto más los ojos y
veo que es Glimmer. Me acerco a ella.
- Hola - digo sonriendo.
- Hola - responde - ¿No estás cansado? has dormido apenas 30
minutos.
- No, ¿y tú? - contesto.
- Desde que tenía trece años no duermo- responde y alza la
mirada lo cual hace que la luz del sol le dé un color rubio precioso a su pelo.
- ¿Puedo preguntarte por qué?-
- Si no estuviéramos aquí no te lo diría, como vas a ser la última
que me pregunte pues - hace una pausa para resoplar y sigue - Desde que nací mi
madre tuvo que trabajar muchísimo para conseguir algo de dinero. Mi padre me
inscribió en la academia de profesionales cuatro años antes de empezarla. Mi
padre era un holgazán y un borracho que cambio mi vida por una ronda más. Mi
madre mientras tanto se mataba a trabajar para conseguir dinero, dinero que
posteriormente él se gastaba en bebida. Cuando
yo tenía diez años despidieron a mi madre y ella comenzó a robar para conseguir
algo de dinero. A los trece años una noche los agentes de la paz pillaron a mi
madre robando y la mataron en el acto. Desde entonces no duermo y menos aquí.
- ¿No estás cansada? - Pregunto.
- ¿Cansada de que Cato? - responde - ¿Cansada del Capitolio?
¿Cansada de que nos vean como maquinas de matar? - hace una pausa y sigue - Sí,
estoy muy cansada. Hacen creer a los Distritos que nosotros somos los malos,
los depredadores, cuando en realidad son ellos los que nos controlan.
- Yo adoro esto, es magnífico, el Capitolio, los Juegos
todo... - respondo con un aire de superioridad - Me asombra su inteligencia,
poder estar aquí es un sueño Glimmer, poder matar por fin, viviría en unos
Juegos constantes y sería feliz.
- Estas loco Cato, esto es una tortura, una cárcel.
- Yo no lo veo así, el presidente Snow es mi ídolo.
De repente se me ocurre una idea, una idea buenísima para
poder acabar por fin con la maldita chica en llamas.
- Glimmer, ¿por qué no conseguimos un rehén para guardar las
provisiones? - pregunto.
- ¿Un rehén? ¿Quién?.
- El chico del Distrito 3 parecía fuerte, podríamos
capturarle y amenazarle.
- Me parece bien, yo creo que le vi huyendo hacia el lago no
creo que este muy lejos.
Glimmer y yo caminamos unos pocos metros hacia el lago y
Glimmer estaba en lo cierto, en la copa de un árbol se encontraba el chico
durmiendo. Le hago señas a Glimmer de que yo muevo el árbol y ella mientras lo
coge. Comienzo a mover el árbol el chico se despierta pero es tarde para
sujetarse, así que pierde el equilibrio y se cae. Glimmer lo coge.
- Glimmer te dejo matarle - le digo riéndome.
- ¡No! Por favor, ¡No! - grita el chico - ¡Haré lo que sea!
- Um... Igual podrías
hacernos un favor... - contesta Glimmer.
- ¡Sí! - grita el chico asustado.
- Como no me se tu nombre ni tengo intención de saberlo a
partir de ahora te llamare D3 y te encargaras de proteger a muerte nuestras
provisiones o si no... Tu bonita hermana Susan sufrirá las consecuencias-
respondo.
- Por supuesto- responde D3 temblando.
Los tres nos dirigimos a la Cornucopia, Glimmer no me ha
preguntado el cómo sabía lo de su hermana... Antes de los Juegos me repase la
vida de cada tributo, es una buena estrategia. Llegamos a la Cornucopia y
despertamos a los demás, les contamos nuestro plan de busca y captura contra
Katniss y nos dirigimos a preparar las armas.
Ponemos unos cuentos explosivos alrededor de la Cornucopia y
dejamos a D3 protegiéndolos. Clove, Peeta, Glimmer, el estúpido Marvel y yo
salimos a buscar a Katniss. Tras unos 40 minutos caminando sin haberla visto
decidimos volver a la Cornucopia. de repente, D3 no está.
- ¿Dónde está D3? - grito furioso.
- ¡No está! Era obvio, habrá cogido algunas provisiones y se
habrá ido - responde el chico del pan - Vaya plan el tuyo...
Me cabreo muchísimo, no pienso permitir que este imbécil me
hable así.
- Por lo menos el ha propuesto un plan - responde Glimmer.
- Peeta, igual te encuentras con tu novia antes de lo que
imaginabas... - Saco un cuchillo pero el permanece impasible, mirándome
directamente a los ojos. Levanto la mano pero Clove me detiene.
- Déjalo - me susurra al odio - Es nuestra mejor baza para
encontrarla.
La sonrió y me guardo el arma, no sin antes dirigirle una
mirada de desprecio al maldito chico del pan.
Mientras caminamos hacia dónde se encuentran nuestras provisiones
aparece D3.
- ¡Mirad lo que he encontrado! - grita enseñándonos un
puñado de Jaulas de noche.
- Nos vendrán genial pero no vuelvas a desaparecer - grita
Marvel riéndose. Que estúpido, pienso.
Pasamos la noche en la Cornucopia durmiendo, estamos un poco
cansados aunque como siempre, Glimmer esta despierta. De repente la imagen de
Teddy llega a mi mente, ¿Que estará haciendo? ¿Estará viendo los Juegos? Seguro
que no. Los odia. ¿Estará viendo las mismas estrellas que yo?
Me despierto con los primeros rayos del sol y miro a mi
alrededor. Nada parece haber cambiado , pero no me fio. No ha muerto nadie
desde ayer, los vigilantes no pueden permitirse que la gente se aburra, algo
estarán preparando...
- Es mejor movernos- digo en tono alto para que Marvel se
despierte. Comienzo a contarles mis sospechas sobre los vigilantes.
Acordamos ponernos en marcha para intentar adelantas ese
espectáculo. No nos conviene que los vigilantes monten alguna, ni a nosotros,
ni a nadie. Si podemos adelantarnos y matar a alguien, sería perfecto.
Comenzamos a andar en sentido contrario al que tomamos ayer.
Subimos por la colina en silencio para no espantar a ningún tributo, pero no
hay nadie a quién asustar. De pronto oímos el crepitar de las llamas y sé que
ha empezado. Si seguimos el "desastre" encontraremos a alguien.
Caminamos unos metros más y... ¡Bingo!. Ahí está, la chica en llamas.
Corremos para poder cogerla sin que le dé tiempo a
reaccionar pero nos ve y comienza a correr.
- No corras, señorita Everdeen- grito con alegría.
- Eres nuestra - dice Clove riéndose.
La veo escalando un árbol. Glimmer intenta darle con las
flechas pero la puntería no es lo suyo. Nunca he escalado pero para todo hay
una primera vez, ¿no?. Pronto descubro que trepar con una espada no es
sencillo. Caigo.
- Dejémosla - dice Peeta. Voy a replicarle que no va a tener
ninguna forma de salvar a su querida Katniss Everdeen pero dice - tendrá que
bajar o se morirá de hambre.
Por una vez tiene razón, así que seguimos su plan. Acampamos
a los pies del árbol. Clove y Marvel deciden recorrer la zona para asegurarnos
de que no hay peligro. El chico del pan se duerme enseguida.
- Glimmer, deberías intentar dormir - le digo - Ven, siéntate
a mi lado - Ella viene y se acomoda. - ¿Has visto las estrellas?, son preciosas, ¿verdad?
- Sí, sí que lo son.
- Igual deberías dormir aunque sea un rato, solo por ella,
por tu madre, una de esas estrellas es ella y le encantaría que durmieses en
una de tus posibles últimas noches- Glimmer me hace caso, los dos nos tumbamos
y nos quedamos dormidos.
Me despierto entre gritos y lo primero que noto es dolor,
¿Que está pasando? Noto pequeñas punzadas por todas partes. De pronto caigo,
Rastrevíspulas. Intento huir tan rápido como puedo, pero lo veo, el maldito
chico del pan está ayudando a huir a la chica en llamas. Con toda mi rabia
acumulada cojo la espada y le pego un tajo pero el dolor de las picaduras hace
que falle y le dé en la pierna. En este momento me da igual, no creo que logre
aguantar mucho. Le miro con desprecio y , tambaleante, sigo a mis compañeros.
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