¡Hola lectores!
Hoy volvemos con... ¡Ecos del pasado! La verdad es que tenía ya muchas ganas de seguir escribiendo esta historia y espero que disfrutéis muchísimo con este nuevo capítulo. Si no habéis leído el capítulo anterior, podéis pinchar aquí y os llevará a la página de ese capítulo. Me gustaría mucho saber vuestra opinión tanto del capítulo como de la historia en general, así que, decidme abajo en los comentarios.
Además, os recuerdo que el sorteo del octavo libro de Harry Potter y un giratiempos, sigue abierto. Podéis ver como participar, pinchando aquí. Ya no os meto más rollos. Os dejo con el capítulo.
CAPÍTULO 4: UN DESFILE INUSUAL
Alyna no se había levantado en todo el desfile. Sus padres estaban de pies en la parte delantera de la carroza, saludando a la gente que había venido de los cuatro reinos para el Día de la Separación. Pero ella lo único que estaba deseando era que aquello terminase. Se alisó los pliegues del vestido mientras miraba aburrida hacia el centro de la plaza. Los colores tradicionales de cada reino eran visibles en el centro de la plaza donde las cuatro carrozas se detuvieron.
El rey de Fironte ayudó a su esposa y a su hija a bajar del vehículo y Alyna vio como el resto de familias reales bajaban de los suyos propios. Todo parecía tan solemne que la princesa quería echarse a reír. Todos sabían que gran parte de lo que se veía esa fiesta era una farsa. Aquolis y Fironte no se soportaban de la misma manera que Tegram y Altiria no podían verse ni en pintura. Pero era todo sobre pretender que había unidad cuando parecía que una guerra podía desencadenarse con el menor de los incidentes.
Alyna se situó en el lugar que le estaba reservado. La plataforma, el escenario o lo que quiera que fuese tenía dos filas de asientos. En la primera de ellas, se situaban los reyes y reínas de los distintos reinos y por detrás de ellos, en la segunda, sus hijos. La princesa de Fironte se alegró cuando al mirar a su izquierda vio que Nico le dirigía una mirada cómplice desde el asiento de al lado. Oyó que alguien siseaba su nombre a su derecha. Se giró de mala gana, porque sabía de sobra que ahí estaba Keren, mirándola embobado. Le lanzó una mirada de desaprobación y volvió a centrarse en el frente., con expresión seria. La plaza estaba a rebosar de gente, tan llena que no podía ver el final. Se preguntó que hacía toda esa gente allí y por qué les parecía tan interesante lo que tuvieran que decir. Además seguro que desde tan lejos, ni siquiera los oían.
El discurso se estaba alargando más de lo necesario. Varias veces se había girado hacía Nico con expresión desesperada y él le devolvía la mirada diciéndole que no tenía ni idea de cuando terminaría aquello. Ojalá se hubiera podido quedar dormida o escaquear por detrás del escenario. Justo cuando parecía que aquello no llegaría a su fin, la gente empezó a aplaudir y Alyna salió de su ensimismamiento y se levantó como el resto de personas en el escenario.
Justo cuando su padre iba a darle la mano al rey de Altiria, se oyó un ruido atronador. Todo sucedió muy rápido en ese momento. Notó que alguien tiraba de su mano y la apartaba. Cerró los ojos con fuerza pero cuando los volvió a abrir, Nico la tenía cogida entre sus brazos, con la pequeña Lyla detrás con los ojos llorosos. Alyna volvió la mirada al lugar donde segundos antes había estado sentada. La mitad de la carroza de Fironte había caído en ese mismo sitio destrozando el lugar. Buscó a sus padres con la mirada y se alegró al comprobar que estaban bien.
Sin embargo, los soldados del castillo rápidamente entraron al escenario y obligaron a una multitud confusa a dejar salir a las familias reales. Entre murmullos desconcertados, todos los presentes en el escenario fueron conducidos de vuelta al castillo. Keren intentó ayudar a Alyna pero Nico le lanzó una mirada de advertencia que hizo que el príncipe de Tegram lo mirara muy dignamente antes de apartarse. Aún agarrándola de la mano, Nico guió a una confusa Alyna hacia el castillo.
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